La poetisa Frida Alva de Bazán, no deleita con uno de sus poemas.
TE ENCONTRÉ
(del poemario “Arrullos del alma” de Frida Alva de Bazán
Y te buscaba en el templo,
Y siempre me preguntaba
¿En dónde te escondes Cristo?
Quiero mirar tu rostro;
Mas, una y mil veces en vano.
Buscándote día tras día
He llegado a una aldea
De humildes casas de adobe,
Sin luz, agua ni abrigo;
Tantos niños, madres pobres
En donde la miseria y el hambre
Se dan la mano fraterna,
El corazón se conmueve y
Se rompe el hielo y la piedra.
Mis hermanos... ¡allí encontré
Al que buscaba!
Tengo sed, clamaba un niño,
Tengo hambre, lloraba otro
La viuda macilenta
Buscaba abrigo y consuelo
Y tu rostro Cristo mío
No se escondió para verte.
A tu rostro Cristo mío
Sí lo conocí aquel instante.
(del poemario “Arrullos del alma” de Frida Alva de Bazán
Y te buscaba en el templo,
Y siempre me preguntaba
¿En dónde te escondes Cristo?
Quiero mirar tu rostro;
Mas, una y mil veces en vano.
Buscándote día tras día
He llegado a una aldea
De humildes casas de adobe,
Sin luz, agua ni abrigo;
Tantos niños, madres pobres
En donde la miseria y el hambre
Se dan la mano fraterna,
El corazón se conmueve y
Se rompe el hielo y la piedra.
Mis hermanos... ¡allí encontré
Al que buscaba!
Tengo sed, clamaba un niño,
Tengo hambre, lloraba otro
La viuda macilenta
Buscaba abrigo y consuelo
Y tu rostro Cristo mío
No se escondió para verte.
A tu rostro Cristo mío
Sí lo conocí aquel instante.
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