Letras Liberteñas
MARÍA NEGRON UGARTE
Escribe: Blasco Bazán Vera

María Negrón Ugarte, nació en Trujillo el 16 de abril de 1878 en el hogar formado por el coronel Manuel Adolfo Negrón de la Fuente y Velarde y doña Rosa Ugarte de Rivadeneira. Fueron sus padrinos bautismales don Jacinto Sotomayor y doña Emilia Albrecht. Cual si fuera poco, María Negrón Ugarte descendía, en calidad de nieta, del coronel Casimiro Negrón de la Fuente y del General de División don José Rivadeneira y Tejada Núñez, próceres de la Independencia; así como sobrina muy cercana del gran escritor, tribuno y periodista Fernando Casós Flores.
El caserío de Mansiche de Trujillo con su diáfana naturaleza, influyó a modelar su niñez y juventud. Fue maestra de escuela, especialmente en Chicilçin donde trabó gran amistad con don Rafael Larco Herrea, dueño de dicha hacienda. Latente es notar que sus versos están cargados de nostalgia y amor sincero. Hay en ellos mucha delicadeza. Quizá el descalabro económico que sufrieron sus padres durante la invasión de los araucanos allá por 1881 como consecuencia de la guerra desatada en 1879, impactaron en ella que a deducir, su infancia, se halló marcada por tan infaustos momentos.
Estas circunstancias motivaron su amor a los niños, a la naturaleza. Despertóse su vocación de maestra y más tarde de escritora, pues con sólo leer sus versos, nos encontramos con una poética cargada de sencillez y de exaltante juventud.
Su poemario titulado “VERSOS DE AYER Y DE HOY”, publicado en España el año 1923, es un solo canto de unidad a la belleza literaria. En este libros notamos que son varios y diversos los motivos que dan vida a este volúmen. Todos sus poemas están unidos en un solo manojo de sinfonía amorosa. La psicología, el amor, la tristeza, la muerte, la añoranza, quejas, natura, son tratados con intensa belleza que nos descubren la majestuosa tarea de escribir de la Negrón Ugarte. Su poema “Tristeza” de su libro citado, nos induce, paulatinamente, a convertir la amargura en vibrante alegría. Recordemos que ella nació en opulencia económica pero fueron los hechos trágicos de la guerra que sostuvimos con el país del sur la que llevó a su hogar sumergirse, especialmente, ella, en la tristeza y dolor. Veamos el verso:

Aquí entre los perfumes de retama y verbena
perdida en la espesura de tu agreste jardín,
donde quiso el destino tratarme con mi pena
vuelvo a las realidades del tranquilo vivir.

Escribe así... “donde quiso el destino...” porque viajó de Trujillo a Cajamarca a unirse con su familia que allí residía y quedarse para vivir y recordar y finalmente morir en esa bella ciudad. Sigamos disfrutando del poema:

Es dulce la tristeza que satura mi vida
como dulce las mieles de marchitada flor
añoro cosas blancas de una ventana ida
que son para mi alma como rayos de sol.
Yo tengo en mis recuerdos una adorada historia
escritas con las rosas del amor y del placer,
con el ritmo del beso, con destellos de gloria
que tiene del ensueño extrema languidez.
Entre un vapor de lágrimas está la historia mía
alumbró riente aurora el Divino Señor,
y desperté llorando sobre una tumba fría
ante un ramo de azahares, ante un velo nupcial.

Vaya que nos encontramos con una poesía cargada de lirismo. De un lirismo que no abruma sino que nos hace enmudecer pues valen por su tremenda carga emocional que encierran. Esta misma calidad de poesía se da con mucha similitud e intensidad a la que años después escribiera Máximo Lam Ganoza, vate sampedrano en su libro “CENTAURO” allá por el año de 1968.
Ese mismo año y también en España publica su libro de relatos “Historias, Reminiscencias y cuentos” del que el diario “La Crónica” de Lima dice que sus páginas “están llenas de calor, de una rica expresión tan clara, tan valiente, ricas en léxico, que colocan a María Negrón Ugarte a la altura de nuestros más famosos escritores”. Es brillante el cuento “La Rosa Amarilla” dedicada a los niños de Chiclín donde con genuina precisión escribe exactos recuerdos de aquella hacienda que devienen en convertirle en precisa narradora.

En 1928, publica el poemario “De mi hogar florido”, luego el otro poemario titulado “Alma Tristeza”, para luego el año 1031 publica otro poemario “PÁLIDOS LIRIOS PARA MI MADRE” donde aparecen poemas dedicados principalmente a su madre. Allí observemos el titulado “Mis primeros versos a mi madre” cuando dice:

Hoy quisiera volar madre querida,
con mente soñadora de poeta,
donde una aurora sonrosada y quieta,
alumbra el cielo de la inspiración;
para poder cantarte madre mía,
con la fragante brisa rumorosa
“con tu amor que es aroma de una rosa
vive feliz mi amante corazón.”
Quisiera ser el ave arrulladora
que por florida selva atravesando
dulcísimos cantares entonando
al ser entristecido hace gozar,
para robar de las galanas flores
por encanto sus galas peregrinas
y tejiendo guirnaldas diamantinas
tu venerada frente circundar.
Mas sólo tengo este moderno canto,
que cual ofrenda de filial ternura,
acepta de tu hija como pura
inmarchitable, delicada flor;
si crees que es violeta fraganciosa,
que así lo busca en tu pasión materna,
ella te dice que repito tierna:
Es mi vida la madre del amor.

Vaya ternura la de María Negrón Ugarte que muy bien podríamos compararla con la de las trujillanas Julia Pacheco Rebaza o María Tránsito Muga y Reyna, las primeras poetisas liberteñas; a la que años más tarde se le uniría con la misma intensidad de amar, la pacasmayina Nelly Fonseca Recavarren.
María Negrón, jugando con la rima, balbuceando en la métrica, en nada desdicen la claridad con que expresa sus sentimientos hacia sus seres queridos.
María Negrón Ugarte fue maestra de escuela. Muy poco se conoce de ella como sucede con la mayoría de literatos de una región. Sin dudas, el trato familiar, por un lado; el roce con sus alumnos, su innato amor al arte de escribir, sus vivencias y añoranzas más el corazón que se abrió en demasía hacia sus sobrinos, hijos de su hermano Genaro quienes quedaron huérfanos de madre; se encargaron de dar forma a ese espíritu creador de María Negrón Ugarte quien, por otro lado, tuvo que hacer el papel de madre sin tener hijos, no pudiendo escapar al sentimiento de añorarlos. Por eso sus versos van cargados de cierta melancolía.
María Negrón Ugarte, falleció el día sábado 5 de abril de 1935 a la edad de 57 años.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ayudame... por favor un profesor me pidio la obra "Poemas" Maria Negron Ugarte

Unknown dijo...

lo necesito para mañana si se puede ..