Letras Liberteñas

HECTOR CENTURIÓN VALLEJO

Escribe: Blasco Bazán Vera

Héctor Centurión Vallejo, hijo de Abelardo Centurión Rodríguez e Isabel Vallejo Salazar. nació el 6 de abril de 1913 en el distrito de Jesús, Prov. de Cajamarca, Perú. Muy niño vino a radicar a Trujillo quedándose para toda la vida. Abogado, profesor, periodista, investigador de nuestra historia, político militante en las filas del APRA. Ha desempeñado la docencia en la escuela primaria, la secundaria y en la Universidad.

Como jurista, llegó a ser Vocal de la Corte Superior de Justicia de La Libertad, luego su Presidente y también llegó a ser Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales del Perú de 1985 a 1992.

Egresado del Instituto Pedagógico de Lima en la especialidad de Historia y Ciencias Sociales. Se graduó de abogado en 1944. Ha sido Presidente del Instituto Peruano-Venezolano de La Libertad (Trujillo), directivo del Instituto de Estudios Vallejianos de La Libertad y Vicepresidente de la Sociedad Bolivariana de Trujillo.

En el campo de las letras destaca su obra histórica “Esclavitud y Manumisión de los Negros en Trujillo”, relato histórico de siete capítulos donde Centurión con lujo de detalles nos relata el ingreso de negros esclavos en el Perú que se inicia con la Conquista y se reglamenta en la Colonia. Nos habla del noble acto de humanidad y desprendimiento por parte de los trujillanos respecto a la triste y desventurada vida de los negros esclavos. Por él, que de hecho también se ha basado en la obra de Fernando Casós Flores, volvemos a conocer la obra libertadora del trujillano Dr. Alfonso Gonzáles Pinillos, ilustre abogado, vocal y presidente de la Corte Superior de Justicia de La Libertad quien manumitó a sus esclavos negros aún antes que lo hiciera Castilla en el Perú. La Gesta de Gonzáles Pinillos está enlazada a la misma que realizó el otro trujillano Hipólito de Bracamonte quien también dio libertad a sus negros mediante escrito de puño y letra el 31 de marzo de 1746.

Por el libro de Centurión Vallejo podemos saber de cómo Gonzáles Pinillos enseñó a sus discípulos los derechos naturales, inalienables e invulnerables, como el derecho del hombre a nacer y permanecer libre; sostuvo con brillantez lo que significa vivir bajo los horrores de la esclavitud y dio el camino para conseguir la imperiosa necesidad de que ésta, la esclavitud, acabe en el Perú.

Estos capítulos de nuestra historia regional deben ser urgentemente rescatados para difundirse en las escuelas y universidades para asentar mucho más el sentido de Libertad que siempre embargó a nosotros los liberteños. Los diarios de ese entonces se ocuparon mucho de este acto trascendental. Por un lado el diario limeño “El Mensajero” al decir que el dar libertad a los esclavos desencadenaría una lucha social fue respondida por otro diario “El Comercio” quien en su editorial del 27 de diciembre de 1853 le refuta a “El Mensajero” diciéndole que lo efectuado es “una causa santa y ya triunfante, como es la total extinción de la esclavatura en el país…”. Héctor Centurión Vallejo, hombre sesudo, bonachón al extremo de soltar una sonora carcajada como también paralizar con su palabra y gesto la soberbia de algún intruso, no pudo escapar al llamado mágico de la poesía al editar su poemario de título “Poemas” dividido en tres partes: 1) Caballitos de Totora, 2) Cantos a los Muertos Gloriosos de Chan Chan y 3) Vivencias. donde cada parte lleva una exacta definición literaria. La primera es un homenaje a todo lo marino. Canta al amanecer marino; a las olas, redes, al regreso del caballo de totora de su faena, al soliloquio de los botes, al infaltable alcatraz y la suave pardela.

La segunda parte va dedicada a los mártires apristas que fueron fusilados en las ruinas de Chan Chan con motivo de la Revolución Aprista de 1932. Aquí Centurión se crece como un auténtico poeta y lanza poemas cargados de reflexión, de sentido épico y heroico. La tragedia de Chan Chan, cobra nitidez y bravura en la pluma de Héctor Centurión Vallejo.

La tercera parte del libro Poemas escrito allá por 1983 y divulgado en forma íntima lleva por nombre “Vivencias” donde Centurión Vallejo nos entrega otro manojo de poemas en los que aparte de los himnos al Centro Viejo cuya música la impuso el notable musicólogo Ernesto López Mindreau, sobresale el poema “El Jilguero y la Dama” que fue llevado a partitura musical de arreglo para canto del músico trujillano y concertista Javier Alva Reaño.

Otro de los libros que ha publicado Héctor Centurión Vallejo es “José Faustino Sánchez Carrión” (1975) en el que resalta las cualidades de nuestro héroe huamachuquino. Este incansable vate e historiador, falleció en Trujillo el año 2005 dejándonos un profundo pesar.

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