Letras liberteñas
VALLEJO Y SU ETERNA RITA
Blasco Bazán Vera, blascobv@hotmail.com
El Embajador del Perú en Venezuela me ha remitido un valioso documento que lo hallo preciso para rendirle un justo homenaje a un nuevo aniversario de del nacimiento de César Vallejo. De este valioso instrumento puedo comenzar diciendo que el año 1935, el niño huérfano de madre, Néstor Vallejo Ynfantas, hijo de Néstor Vallejo Mendoza, llegó a vivir a Santiago de Chuco, en casa de su tío Víctor, el hermano mayor de los Vallejo Mendoza, y jamás pensó este niño recibir en aquel lugar, impactantes recuerdos que se tornarían tremendamente inolvidables.
El niño Néstor, en Santiago de Chuco, residió en la misma casa que vio nacer a su afectuoso tío César, se alojó en el mismo dormitorio, se estacionó en el mismo cuarto, corrió por el mismo zaguán de la casa y revoloteó los mismos corredores que guardaban gallardos los indelebles pasos de su adorado tío.
Néstor, los 7 años acudió para estudiar la instrucción primaria y lo hizo en la misma escuela donde había estudiado su recordado tío César y ahí conoció al niño Luis de
La mistad entre los niños Néstor Vallejo Ynfantas y Luís de
“Idilio Muerto” dice:
Qué estará haciendo esta hora/mi andina y dulce Rita de junco y capulí;/ ahora que me asfixia Bizancio,/ y que dormita la sangre,/como flojo cognac, dentro de mi.// Dónde estarán sus manos que en actitud contrita/ planchaban en las tardes blancuras por venir;/ ahora, en esta lluvia que me quita las ganas de vivir.// Qué será de su falda de franela; de sus afanes; de su andar;/ de su sabor a cañas de mayo del lugar.// Ha de estarse a la puerta mirando algún celaje,/ y al fin dirá temblando: "¡Qué frío hay... Jesús!"/ Y llorará en las tejas un pájaro salvaje.
Pasando el tiempo, la amistad labrada entre Vallejo Ynfantas y De
Pero esta amistad se profundizó mucho más en los claustros universitarios de
El año 1962, Néstor Vallejo Ynfantas y su padre, ya vivían en Lima, en Magdalena del Mar, donde también vivía doña Natividad Vallejo, tía de Néstor. Aquel encuentro natural dio motivo para desarrollarse constantes tertulias familiares que dieron lugar a que el sobrino Néstor Vallejo Ynfantas remontándose al pasado, narre con admirable sutileza las peripecias de su niñez sostenidas con su amigo Luis de
Luego, esta afirmación, narrada tal como ahora la narro, por Néstor Vallejo Ynfantas, el año
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