LA REVOLUCION DE TRUJILLO
Escribe: Blasco Bazàn Vera

La Revolución de Trujillo fue nada más que el enfrentamiento armado sostenido entre el Partido Aprista Peruano y la Fuerza Armada, en la ciudad de Trujillo, Perú, el 7 de julio de 1932. Los apristas tuvieron como objetivo alcanzar la justicia social y por eso se sublevaron comenzando su epopeya con el asalto al cuartel militar O’Donovan al que capturaron; luego, tomaron el cuartel de la Guardia Civil y por último, el local de la Prefectura.
Las causas que motivaron esta hazaña, no fueron los amores fallidos que alguna vez esgrimiera el novelista limeño Guillermo Thordike, refiriéndose a Manuel Barreto Risco; Fue la explotación del obrero liberteño de parte de la oligarquía que contó con el apoyo de un ejército conservador y al sibilina ayuda de la alta jerarquía eclesiástica. Fue la desmedida consolidación del imperialismo imperante en el mundo. Fue la marcada explotación que sobre los obreros azucareros dominaba en las haciendas liberteñas. Fue el abuso, el hambre y el trato inhumano y fue el fraude cometido por Sánchez Cerro contra Víctor Raúl Haya de la Torre en las elecciones presidenciables de 1931; estas fueron las principales causas que motivaron el reblase humano que motivó esta noble y heroica gesta.
Doblegado el gobierno, éste, se vio obligado a retomar el orden y para eso recurrió al empleo de la fuerza desmedida, sin contar con la decidida resistencia de un partido que fue todo arrojo y lealtad. Los apristas defendieron su revolución con energía y temeridad. El Ejército buscó restaurar el orden, como era su deber. Una y otra fuerza esgrimió lo mejor de sus estrategias y valores.
El 7 de Julio, desde las 2 de la mañana, apristas y militares se batieron dentro del cuartel, cuatro horas después este era capturado y con él sus oficiales y soldados. A las siete de la mañana tomaron el cuartel de la Guardia Civil ferreamente defendido por sus responsables y alas ocho de la mañana ingresaron los insurgentes a la plaza de armas de Trujillo, donde culminaron con la toma de la Prefectura.
Luego vinieron las batallas sostenidas entre apristas y militares. La primera batalla fue en la Floresta donde vencieron los apristas, la seguda fue en la Portada de La Sierra. donde volvieron a vender y la tercera fue en la llamada Trinchera de Mansiche llevada a cabo el día lunes 11 de julio, donde después de casi 6 horas de lucha en que se usó aviones, miles de militares y de guardias civiles, tanques de geurra, los apristas fueron vencidos. Los cadáveres de uno y otro bando (Más de los insurgentes), quedaron regados a los largo de las calles trujillanas como fieles testigos de unaacción distinguida y sobrehumana.
Todo hubiera culminado con una honrosa derrota para los rebeldes pero esta fue opacada la madrugada del día 10 de julio por la terrible masacre habida contra los militares prisioneros en la cárcel central. Este terrible hecho abrió el signo divisorio por muchos años, irreconciliable, entre el APRA y Ejército Peruano. La razón fue dejada de lado. No se investigaron la causas ni quienes fue lo hicieron pero fue atribuido a los rebeldes y de esa manera el ejército desató una feroz persecución contra apristas y no apristas a quienes fusiló sin misericordia alguna.
Ahora ya se sabe quienes fueron los que asesinaron a los militares. Pero el odio prevaleció por mucho tiempo y con él se produjo mucho atraso para el Perú pues dos de sus más grandes pilares sociales: Pueblo y Ejército, se hallaron distanciados por un crimen que uno de ellos jamás cometió. Esto deviene pensar que ese odio sembrado desde aquel año se hace imperativo aniquilarlo conoceiendo y comprendiendo la verdad con la más estricta imparcialidad.
Paz en la tumba de los valerosos hombres que se enfrentaron en una lucha inolvidable llena de arranque y fragor. Los insurgentes, por un lado; y los defensores del orden, por el otro, sean reconocidos con la majestad del valor y que aquella proeza memorable sea conocida por todas las generaciones como una de las bellas epopeyas sostenidas por el pueblo cuyos hijos que teniéndolo todo, entregaron su vida a cambio de alcanzar la Justicia Social.


0 comentarios: