Letras Liberteñas
FEDERICO ABRILL ACEVEDO
Escribe: Blasco Bazán Vera, blascobv@hotmail.com

Nuestro nació en Trujillo el 8 de agosto de 1895. Fueron sus padres el militar arequipeño Federico Abrill Borgoño y doña Mercedes Acevedo de Abrill. Casado en primeras nupcias con Antonia Cisneros y luego con Isolina Rengifo. Ha escrito, 1953 el poemario “Vaso roto”, y en 1961 el otro poemario “Triángulo”. Estuvo preso en la isla “El Frontón” por causa de ideales políticos pues fue leal militante del Partido Aprista Peruano. A pesar de quedar huérfano desde los tres años, supo abrirse campo en la vida. Fue padre de doce hijos. Profesor del colegio San Nicolás de Huamachuco. Dueño de una gran sensibilidad humana que lo llevó a escribir los libros arriba anotados.
Tuvo una profunda amistad con los poetas huamachucquinos Julio Galarreta González, Clodomiro Gueva Vargas y Néstor Gastañuadí Sánchez a quienes unió las poesía en el sentido más alto de la expresión literaria.
Su primer poemario “Vaso roto”, publicado el año 1953, es una selección de inspiraciones que Federico Abrill escribió, seleccionó y lanzó a luz haciendo presente que todos ellos los dejaba como fiel testimonio que brinda un padre a sus hijos. Este poemario en el que nuestro poeta hace ingresar todas sus caricias y desvelos, dice a sus hijos que estos “están escritos con el corazón, porque mis caros anhelos de felicidad se han roto con la ausencia eterna de seres queridos que moran en ultratumba y solamente viven en mí…ellos son dueños de este vaso roto…”
Este libro “Vaso roto” viene impregnado de una carga emocional tremenda. Sus versos están escritos con verdadera eufonía que al leerlos avivan al alma, enternecen al espíritu, situando al lector dentro de una remanso de profunda meditación. Federico Abrill Acevedo hace uso del verso libre. Es en ese estilo donde más seguro se siente. En todo los poemas que escribe podemos palpar el lacerante pero diáfano dolor del poeta pues dan la impresión de ser poemas vivenciales. No hay decadencia de espíritu. No hay lamentos. Todos están cubierto de una realidad que muy bien pueden formar una sinfonía de canto a la vida. Lo que estamos diciendo lo podemos sentirlo en su poema “Idilio Muerto”, de la página 66 de este libroque dice:
“En la tarde desteñida,/ sonaba un esquilón,/corrí buscando una guarida/ y tropecé con la puerta de un panteón.// Las gentes como espectros desfilaban,/ todos me seguían y lloraban/ y demostraban tenerme compasión/ Pero, ¿Quién ha muerto?/ y seguía sonando el esquilón.// Una carta, un bucle, un perfume,/ una oración, la fosa abierta/ arrojéle a ella,/ Allí enterraba mi corazón.// En esta tarde desteñida,/ que ya no suena el esquilón,/ de una amada fue su entierro/ en un viejo caserón.”
El poemario “Vaso roto”, impreso en los talleres gráficos de la Unidad Escolar “Melitón Carvajal” de Lima, es un libro que el poeta dedica a sus hijos y él contiene cincuenta bellos poemas, en el que también hay que loar una bella caricatura del poeta que hace su hijo Pedro Abrill Rengifo.
Por su lado, “Triángulo” es un poemario de sinceridad, es un bálsamo a las lesiones de la vida en las carnes del hombre. En este poemario, Abrill, rememora a la madre, canta al amor, eleva plegarias a Dios. Escribe varios poemas y a cada uno lo dedica a personajes amigos de su tierra, a la escuela y sus maestros y también, por supuesto, a la mujer huamachuquina. En algunos poemas muestra su alma de auténtico poeta pues se adentra en el alma infantil con fervor y pasión de adolescente.
Federico Abrill Acevedo, después de tanto luchar, vivir y escribir, falleció en Lima el año 2004.

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